¡no al dromedario!
“Un Dromedario es un galgo diseñado por un comité”. Una cita a los autores del libro: “Diseño: Empresa & Imagen”, Frank Memelsdorff y Carlos Rolando, 1984. Ediciones Folio, S.A. 1985.
Una obra y recopilación tan acertada y visionaria, que es difícil de creer que en nuestro continente nadie recuerde las importantes observaciones y lecciones de dos latinos de origen, que, hasta hoy, están totalmente vigentes. Para mí, la recopilación de “Ediciones Folio” de estos dos “genios”, mezcla la esencia del trabajo de un “creactivo”, al ser dos profesionales de la comunicación que parecieran tener sólo carácter de artistas, pero que, si lo ves bien, tienen una conciencia y visión aplicada a la prosperidad de la empresa a través de la comunicación: “Problemas & Soluciones. Una visión integrada a partir de la diaria experiencia profesional”.

Y, en el caso del “Dromedario”, dicen:
Un artista puede trabajar en solitario aislado en su taller, sin más juicio que el de Dios, el de su conciencia o el de su marchand. El consultor y diseñador corporativo vive en cambio trabajando en equipo. Ese equipo puede ser tu cielo o tu infierno. Un buen equipo suma y multiplica individualidades y llega a niveles sinérgicos sorprendentes. Un mal equipo no.
Esto, en homenaje a los muchos y buenos equipos. Cuidado, que el mal equipo siempre acecha, identifícalo a tiempo, aprende a coordinarlo y a superar las dificultades que te presentará -en bien de tu trabajo y el de tu cliente-. Recuerda: “Un Dromedario es un galgo diseñado por un comité”.
El comité no tiene nada de malo, al contrario, es el mejor gestor de ideas correctas; siempre y cuando sea liderado en forma adecuada, sumando las capacidades, haciendo sinergia entre sus integrantes y no proyectando tu visión o preferencias personales.
“No hay que ser muy vivaz para descifrar de dónde o de quiénes he obtenido una parte de mi educación e inspiración, para luego definir los colores que expresan mi identidad y la imagen de ella”.